La adicción es un trastorno
psiquiátrico causado por la interacción de un individuo con una sustancia,
que se caracteriza por una modificación del comportamiento a causa de la
compulsión irreprimible por consumir la sustancia y realizar la actividad de
forma continua o periódica, para así experimentar los efectos y aliviar el
malestar producido por la privación, es decir, el síndrome de abstinencia.
¿Y por qué se consume? En un principio se consume por la obtención
de un placer inmediato (reforzamiento positivo), no obstante luego se consume
para aliviar los efectos negativos de la abstinencia (refuerzo negativo) y para
intentar conseguir ese placer inmediato que se conseguía en un principio
(sensibilización), pero dado la tolerancia de la sustancia, es decir, el hecho de tener que consumir dosis más elevadas para conseguir el mismo efecto,
muchas veces ni se consigue.
¿Pero qué factores determinan que se empiece a consumir de una manera
continuada y se acabe desarrollando una adicción?
No es una pregunta que tenga una respuesta clara, puesto que la adicción es multifactorial, y no se desarrolla tras un primer consumo de la sustancia, sino que es un proceso largo que empieza por un uso social y pasa luego a una etapa en la que se va perdiendo progresivamente el control sobre la droga, se empieza por un consumo impulsivo avanzando a un consumo compulsivo cuando la adicción se va consolidando.
No es una pregunta que tenga una respuesta clara, puesto que la adicción es multifactorial, y no se desarrolla tras un primer consumo de la sustancia, sino que es un proceso largo que empieza por un uso social y pasa luego a una etapa en la que se va perdiendo progresivamente el control sobre la droga, se empieza por un consumo impulsivo avanzando a un consumo compulsivo cuando la adicción se va consolidando.
Podríamos decir entonces que las
conductas adictivas son el resultado de una interacción entre factores de
vulnerabilidad psicológicos, biológicos propios del individuo y sociales
(ambientales). Los factores ambientales que pueden contribuir a la adicción
podrían ser desde la disponibilidad de las drogas, compañeros que consuman
hasta situaciones familiares, sociales y laborales conflictivas, entre otros.
En cuanto al individuo, hay factores psicológicos como pueden llegar a ser la
impulsividad, la búsqueda de nuevas sensaciones, la baja autoestima, déficit de habilidades sociales...
En referencia a la vulnerabilidad
biológica, hay que tener en cuenta la heredabilidad. Ésta tiene una correlación
baja en sustancias de baja capacidad adictiva, como por ejemplo los
alucinógenos, mientras que la cocaína, el alcohol o los opiáceos, se asocian a
valores altos, por lo tanto, los hijos de padres con problemas de adicción
tienen una alta vulnerabilidad para tener problemas adictivos, aunque no hayan
sido criados por sus padres, teniendo siempre en cuenta la importancia de los
factores ambientales en su interacción con los genéticos para explicar la
heterogeneidad existente. A parte también hay que tener presente la
comorbilidad con otras enfermedades mentales, como por ejemplo el TDAH -Trastorno por déficit de atención con hiperactividad- o algunos trastornos de
la personalidad. Este tema ya lo trataremos en detalle en siguientes artículos.
Perdido por la droga 36 años
ResponderEliminarLos comentarios realizados en los artículos no son respondidos por parte del blog ya que, la intención de los mismos es que podáis compartir experiencias e información. Si queréis asesoramiento respecto a una situación personal debéis dirigiros a la pestaña de asesoramiento gratuito y mandarnos el formulario que encontraréis, explicándonos vuestra situación, historia de consumo, entorno, preocupaciones, etc.
ResponderEliminar