domingo, 28 de octubre de 2012

Factores que conducen a la adicción ¿Cómo se desarrolla?

La adicción es un trastorno psiquiátrico causado por la interacción de un individuo con una sustancia, que se caracteriza por una modificación del comportamiento a causa de la compulsión irreprimible por consumir la sustancia y realizar la actividad de forma continua o periódica, para así experimentar los efectos y aliviar el malestar producido por la privación, es decir, el síndrome de abstinencia.

¿Y por qué se consume? En un principio se consume por la obtención de un placer inmediato (reforzamiento positivo), no obstante luego se consume para aliviar los efectos negativos de la abstinencia (refuerzo negativo) y para intentar conseguir ese placer inmediato que se conseguía en un principio (sensibilización), pero dado la tolerancia de la sustancia, es decir, el hecho de tener que consumir dosis más elevadas para conseguir el mismo efecto, muchas veces ni  se consigue.

¿Pero qué factores determinan que se empiece a consumir de una manera continuada y se acabe desarrollando una adicción?
No es una pregunta que tenga una respuesta clara, puesto que la adicción es multifactorial, y no se desarrolla tras un primer consumo de la sustancia, sino que es un proceso largo que empieza por un uso social y pasa luego a una etapa en la que se va perdiendo progresivamente el control  sobre la droga, se empieza por un consumo impulsivo avanzando a un consumo compulsivo cuando la adicción se va consolidando.

Podríamos decir entonces que las conductas adictivas son el resultado de una interacción entre factores de vulnerabilidad psicológicos, biológicos propios del individuo y sociales (ambientales). Los factores ambientales que pueden contribuir a la adicción podrían ser desde la disponibilidad de las drogas, compañeros que consuman hasta situaciones familiares, sociales y laborales conflictivas, entre otros. En cuanto al individuo, hay factores psicológicos como pueden llegar a ser la impulsividad, la búsqueda de nuevas sensaciones, la baja autoestima, déficit de habilidades sociales...

En referencia a la vulnerabilidad biológica, hay que tener en cuenta la heredabilidad. Ésta tiene una correlación baja en sustancias de baja capacidad adictiva, como por ejemplo los alucinógenos, mientras que la cocaína, el alcohol o los opiáceos, se asocian a valores altos, por lo tanto, los hijos de padres con problemas de adicción tienen una alta vulnerabilidad para tener problemas adictivos, aunque no hayan sido criados por sus padres, teniendo siempre en cuenta la importancia de los factores ambientales en su interacción con los genéticos para explicar la heterogeneidad existente. A parte también hay que tener presente la comorbilidad con otras enfermedades mentales, como por ejemplo el TDAH -Trastorno por déficit de atención con hiperactividad- o algunos trastornos de la personalidad. Este tema ya lo trataremos en detalle en siguientes artículos.

2 comentarios:

  1. Perdido por la droga 36 años

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