miércoles, 16 de enero de 2013

Tabaco

La nicotina es el principal alcaloide psicoactivo presente en el tabaco. Éste es un potente estimulante del sistema nervioso central además de poseer un alto poder adictivo. Hay gente que afirma usar el tabaco para relajarse, es decir, como una especie de depresor del sistema nervioso central pero éste no actúa como tal. Produce un efecto de relajación debido a que se calma la ansiedad producida por la abstinencia del consumo ya que, como decimos, tiene un alto poder adictivo.

La nicotina procede de una planta solanácea denominada nicotiana tabacum. Se obtiene de las hojas de esta planta tras un proceso de secado y manufacturación. Y, aunque en la actualidad su consumo es, mayoritariamente fumado, también puede ser aspirado o bien mascado, formas de consumo de otras épocas que aún existen de forma residual.

El humo del cigarrillo contiene aproximadamente unos 4000 componentes tóxicos, producidos no únicamente por la combustión del tabaco sino, por la de los añadidos que la industria tabacalera utiliza durante su elaboración y por la combustión del papel que se usa para elaborar los cigarrillos. Entre estos componentes se encuentran carcinógenos como los hidrocarburos, fenoles, etc.; el monóxido de carbono (CO); agentes  irritantes como la benzoquinona, el amoniaco y otros, y un grupo heterogéneo residual, además del alcaloide principal: la nicotina.

Historia

En la zona de Turquía y otros países cercanos se fumaba de otra manera, mediante las denominadas shishas o narguiles donde, el humo del tabaco es filtrado y aromatizado tras pasar por un depósito de agua.

En 1492 Colón llevó el tabaco de América al regreso de su primer viaje y son los españoles y portugueses quienes lo introdujeron al resto de Europa. Hasta el siglo XIX, se consideró la época ecológica del tabaco donde su consumo era minoritario (hombres adultos).

El tabaco no se consideró un problema de salud pública realmente hasta que se inventó la máquina para elaborar cigarrillos ya que, a través de la misma, su consumo se popularizó, especialmente a raíz de la I Guerra Mundial, donde el cigarrillo “ayudaba” a los soldados a pasar largas jornadas en las trincheras. En esta época se produce la epidemia del cigarrillo, donde su consumo aumenta. Es en las guerras donde se daba un alto consumo de tabaco ya que, se subministraba a los soldados tabaco junto con su ración de comida.

En 1930 hay un gran hábito de fumar cigarrillos, se considera algo moderno. Ya en 1913, la compañía tabacalera Reynolds introduce su propia marca de tabaco como el primer cigarrillo moderno fabricado con tabaco mezclado y lanza su primera campaña publicitaria en EEUU. En 1920 las mujeres se convierten en el blanco de las compañías tabacaleras, además, fue asociado al movimiento feminista. El tabaco se asocia a modernidad, avance tecnológico y además ya no es considerado un producto básicamente de hombres, es para todos.

En los años 40 y 50, empiezan a aparecer las dudas y empieza a crecer la preocupación ya que surgen los primeros estudios sobre sus efectos dañinos. El cáncer de pulmón hasta entonces era algo raro pero a partir de ese momento pasa a ser la primera causa de muerte y, mediante varios estudios se llega a vincular el consumo de cigarrillos con dicho cáncer. Más adelante, otros estudios revelarán que no únicamente produce cáncer sino que también tiene efectos cardiorespiratorios, cerebrales, etc.

En los años ochenta se empieza a investigar sobre los efectos del humo del cigarrillo a terceras personas, es decir, se empieza a ver qué efectos tiene sobre los denominados fumadores pasivos.

Farmacocinética

La farmacocinética hace referencia al paso de las sustancias a través del organismo en función del tiempo y la cantidad administrada. Se divide en 4 pasos que son: absorción, distribución, metabolismo y eliminación.

Absorción
La cantidad de nicotina absorbida por el cuerpo dependerá de muchos factores, desde los instrumentos que se usen, la vía por la que se administre o la profundidad de las caladas, entre otros.

Cuando el tabaco es fumado, la nicotina se absorbe fundamentalmente a través de los pulmones y en menor medida, a través de la mucosa bucal, gastrointestinal y la piel.

Distribución
Cuando la nicotina entra en el cuerpo, es distribuida rápidamente por la sangre y cruza la barrera hematoencefálica. La nicotina tarda unos 7 a 10 segundos en llegar al cerebro cuando ésta es inhalada (fumada). Esta rapidez es uno de los factores que contribuye a su alto poder adictivo. La nicotina empieza a desaparecer del cuerpo hacia las dos horas aunque oscila por la variabilidad individual.

Metabolismo
Se metaboliza en el hígado mediante unas enzimas del citocromo P450 y, en menor medida también es metabolizada en el cerebro y los pulmones. Al metabolizar la nicotina por oxidación, se crea un metabolito llamado cotinina. Además, la nicotina es un inductor enzimático, es decir, afecta a las concentraciones plasmáticas de otras sustancias, en este caso, acelera el proceso de destrucción de la cafeína, la teofilina, los antidepresivos, los ansiolíticos o los analgésicos.

Excreción
La excreción de dicha sustancia es básicamente renal y varía según el pH de la orina, siendo el pH ácido más favorable para su eliminación. Otras vías más minoritarias de eliminación son la saliva, el sudor y la leche materna.

Mecanismo de acción del tabaco ¿Cómo actúa?

La nicotina imita la acción de la acetilcolina en el cerebro. Así pues, para saber cómo actúa la nicotina debemos saber cómo actúa la acetilcolina. Esta sustancia comunica las neuronas con los músculos para ponerlos en marcha, además, tiene un papel importante en el ritmo cardiaco, la respiración, el funcionamiento del bazo y la dilatación de las pupilas. También estimula otras neuronas, como las de la dopamina para que liberen sus neurotransmisores.

De este modo, la nicotina lo que hace es adherirse a los receptores de la acetilcolina asumiendo su trabajo. Sin embargo, la nicotina permanece más tiempo en el espacio sináptico ya que, a diferencia de la acetilcolina, ésta no tiene una enzima (acetilcolinesterasa) que, a los pocos segundos de transmitir el mensaje, la destruya y recicle. Por lo tanto, la nicotina transmite una cantidad mayor de señales a las neuronas.

Esta estimulación de la nicotina, producida en los receptores de las neuronas dopaminérgicas produce la sensación de placer y euforia característica de las drogas. Como ya se ha comentado en otros artículos, un incremento de dopamina en el sistema de recompensa cerebral (núcleo accumbens) produce esa sensación y refuerza la conducta de consumo.

Cuando hay una gran cantidad de nicotina, los receptores se sobreestimulan y esto los deja insensibles temporalmente, entonces se transmiten menos señales y se necesita más cantidad de nicotina para obtener la misma sensación. La neurona, al detectar la falta de señales, crea más receptores de acetilcolina y así se produce la tolerancia a la nicotina. Por su parte, si se cesa el consumo de esta sustancia, la insensibilidad de los receptores se reduce y la acetilcolina vuelve a su trabajo pero, ahora tiene una mayor cantidad de receptores con lo cual se envían una mayor cantidad de mensajes produciendo en el cuerpo: irritabilidad, ansiedad, insomnio, depresión, etc., es decir, los síntomas característicos de la abstinencia del tabaco.

Efectos del consumo de tabaco

Como ya hemos comentado, la nicotina es una sustancia estimulante, aunque muchos fumadores puedan creer que les relaja, en realidad calma la ansiedad producida por la falta de dicha sustancia en el cuerpo.

Después de la exposición a la nicotina, hay un estímulo inmediato sobre las glándulas suprarrenales y con ello la descarga de adrenalina. Esto produce una sensación inicial intensa ya que la adrenalina estimula el cuerpo y provoca una descarga súbita de glucosa así como un aumento de la presión arterial, la respiración y el ritmo del corazón. Además, la nicotina también suprime la producción de insulina del páncreas lo que significa que, los fumadores siempre están un poco hiperglucémicos. En ocasiones, puede producir dolor de cabeza.

Riesgos y consecuencias del consumo de tabaco

El riesgo de padecer las consecuencias del consumo de tabaco empieza desde la primera calada aunque, hay algunos factores que influyen de forma directa en las mismas:
  • Consumo diario de cigarrillos: Cuanto mayor es la dosis diaria mayor es el riesgo.
  • Duración del consumo: Cuanto antes se empezó a fumar y, por lo tanto, más largo es el periodo de su vida siendo fumador regular, mayor es el riesgo de padecer consecuencias.
  • Forma de fumar: Aquellas formas que aumentan la exposición del organismo al humo como la inhalación profunda y repetida o el mantener el cigarrillo entre calada y calada, incrementan el riesgo.
  • Tipo de cigarrillo: Los que no tienen filtro y, aquéllos que tienen un mayor contenido en nicotina y alquitrán aumentan el riesgo de padecer consecuencias.

Desde el momento 
en que la persona empieza a fumar, los componentes tóxicos del tabaco empiezan su labor, provocando o favoreciendo un gran número de enfermedades en los diversos sistemas del organismo. En un principio aparecerán pequeñas señales de alarma a las que el fumador se habitúa aunque vayan, progresivamente, mermando su calidad de vida como pueden ser, por ejemplo, el cansancio, la tos, etc.

El monóxido de carbono es el gran responsable del daño en el sistema vascular y de la disminución del transporte de oxígeno a los tejidos del organismo. Además, produce fatiga, tos y expectoración.

La nicotina, por su parte, actúa sobre las áreas del cerebro que regulan las sensaciones placenteras (sistema de recompensa) produciendo la aparición de la dependencia. También actúa sobre el sistema cardiovascular aumentando la frecuencia cardiaca y la posibilidad de arritmias.

Estos son algunos de los riesgos y consecuencias físicas a corto plazo del consumo de tabaco:

Sistema respiratorio
La exposición constante a los componentes tóxicos del humo del tabaco produce un incremento de la producción mucosa en las vías respiratorias, así como también dificulta la acción limpiadora de las células ciliares y reduce la eficacia del sistema inmunitario. A consecuencia de este proceso, comienzan a aparecer los síntomas más frecuentes entre los fumadores como la tos y las expectoraciones y en ocasiones faringitis, así como la disminución de la capacidad pulmonar, que son los primeros síntomas indicadores de disfunción en este sistema.

Sistema circulatorio
Los efectos del humo del tabaco sobre este sistema, son debidos a la acción de la nicotina y el monóxido de carbono. Como ya se ha comentado, se produce un aumento de la presión arterial (sobrecargando las paredes de las arterias) debido a la nicotina, además aumenta la frecuencia cardiaca (sobrecargando de trabajo al corazón) y la coagulación de la sangre (incrementando la presencia de lípidos y favoreciendo la formación de trombos). El monóxido de carbono disminuye la oxigenación del organismo (hipoxia), lo que tiene efectos negativos, especialmente sobre el corazón.

Por su parte, el hábito tabáquico también produce una serie de riesgos y consecuencias a largo plazo:

Sistema respiratorio
A medida que aumenta la gravedad de la sintomatología, anteriormente comentada, pueden aparecer varias enfermedades como:
  • Bronquitis crónica: Es una inflamación permanente que resulta de la irritación continuada del árbol bronquial.
  • Enfisema pulmonar: Se caracteriza por la destrucción progresiva de los alvéolos y la retención de aire en los pulmones.
  • Cáncer de pulmón: El hábito de fumar es el factor causal más frecuente en la aparición de este cáncer.

Sistema circulatorio

Toda aquella sintomatología que se produce en este sistema a corto plazo favorece que se pueda producir arteriosclerosis, que afecta a las arterias del corazón, el cerebro y las extremidades, y que puede dar lugar a distintas enfermedades:
  • Coronarias: Por la obstrucción de las  arterias coronarias, por ejemplo la cardiopatía isquémica, angina de pecho o infarto de miocardio.
  • Accidentes cerebro vasculares: Por obstrucción de las arterias cerebrales como hemorragias, trombosis y embolias cerebrales, que pueden dar lugar a la muerte súbita.
  • Vasculares periféricas: Afecta a los vasos sanguíneos que están fuera del corazón y el cerebro, produce un estrechamiento en dichos vasos que aportan sangre a las extremidades, el estómago y los pulmones.

Sistema digestivo
La nicotina favorece la aparición de enfermedades como la gastritis crónica que es una inflamación inespecífica de la mucosa gástrica que se presenta gradualmente y persiste durante un tiempo considerablemente prolongado. También favorece la aparición de úlceras gastroduodenales que es una lesión en la mucosa que protege el estómago y el duodeno, provocada por un aumento de las secreciones ácidas que alteran las paredes de estas zonas. De la misma forma, colabora en la aparición de la esofagitis por reflujo que es aquella inflamación, irritación o hinchazón del esófago producida por el reflujo de líquido que contiene ácido desde el estómago hacia el esófago.

Boca
El tabaquismo aumenta el riesgo de padecer caries ya que produce alteraciones en el tejido de soporte del diente ocasionando una migración gingival y con ello la exposición de los cuellos dentarios. Por otra parte, el consumo de tabaco tiende a disminuir el flujo salival.

Sistema endocrino
Fumar acelera la aparición de la menopausia entre 2 y 3 años, contribuye a la impotencia en el hombre así como altera la formación de esperma.

Riesgos adicionales en las mujeres fumadoras
La probabilidad de padecer un infarto se multiplica por 10 en las mujeres que fuman y usan anticonceptivos orales; además, aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.

Cáncer
El consumo de tabaco se ha relacionado con diferentes cánceres como el de pulmón que ya hemos comentado, laringe, faringe, esófago, estómago, páncreas, hígado, colon, recto, riñón, vejiga, mama, aparato genital y linfático. Esto es debido a que en el humo del tabaco se encuentran numerosos compuestos químicos cancerígenos que provienen de la combustión como el oxido nítrico, el benceno o el benzopireno, entre otros.

Embarazo
La nicotina atraviesa la barrera placentaria con lo cual, afecta al feto y sus efectos en el mismo son un menor peso al nacer así como síntomas de abstinencia a dicha sustancia. También produce una mayor tasa de abortos, nacimientos prematuros, muerte perinatal y complicaciones placentarias. Además, los niños de madres fumadoras presentan un mayor índice de enfermedades infantiles, como por ejemplo otitis y asma, entre muchas otras.

Obviamente, el tabaco también produce consecuencias y riesgos psicológicos.

Como se ha ido viendo, la dependencia psicológica a la nicotina es muy fuerte debido tanto a la rapidez con la que llega al cerebro como por la falsa sensación de relajación que manifiestan los fumadores que, como ya se ha mencionado, es debido a que se calma la ansiedad producida por la abstinencia.

Además, cuando se quiere cesar el consumo tabáquico, surgen reacciones de ansiedad y depresión debidas a la dificultad de abandonar dicho consumo. También se genera el síndrome de abstinencia caracterizado por irritabilidad, insomnio, ansiedad, dolor de cabeza, fatiga, aumento del apetito, dificultad de concentración, etc. Este síndrome aparece a las pocas horas de terminar el último cigarrillo y puede durar de 7 a 10 días aunque, el deseo de fumarse un cigarrillo puede mantenerse durante años.

Por otra parte, fumar habitualmente mantiene algún tipo de relación con padecer trastornos mentales. Si bien desde hace tiempo se creía que la adicción a la nicotina sería consecuencia del trastorno mental, ya que aquellos que padecen algún trastorno consumen una mayor cantidad de cigarrillos que los que no lo padecen, se va viendo, mediante estudios, que fumar también puede provocar y mantener ciertos trastornos de ansiedad y, especialmente el de pánico. La probabilidad de sufrir estos ataques de pánico cuando se cesa el consumo, disminuye hasta situarse al mismo nivel que la población general.

En definitiva, dependiendo de varios factores, entre los cuales se encuentra la cantidad de nicotina suministrada, fumar puede producir un efecto ansiolítico y antidepresivo, lo cual explicaría su consumo para aliviar el malestar surgido de un problema psicológico. Aunque, a medida que la dosis diaria de nicotina aumenta, los efectos ansiógenos también lo hacen, hasta llegar al punto de incrementar el riesgo de producir ataques de pánico y/o otros trastornos psicológicos.

Fumador pasivo

Es aquella persona que, aunque no fuma, respira el aire del tabaco y por lo tanto también corre riesgos. Al inhalar el aire contaminado por el humo del tabaco incrementa el riesgo de padecer las mismas enfermedades de corazón y pulmón que los fumadores. Además, si dichas personas, padecen problemas alérgicos, asmáticos o cardiovasculares, pueden ver agravada su sintomatología.

Estos riesgos, aunque afectan a todos los fumadores pasivos, son especialmente significativos en el caso de las mujeres embarazadas y los niños. Una mujer embarazada que sea fumadora pasiva tiene los mismos riesgos que aquella que es fumadora activa.

En los niños, la exposición al humo del tabaco aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante y se incrementa el riesgo de infecciones respiratorias (asma, neumonía y otitis). También, lógicamente, hay un empeoramiento en los niños asmáticos expuestos al humo del cigarrillo.

Del mismo modo, respirar el aire contaminado por el tabaco también puede producir cáncer ya que, mediante la combustión del cigarrillo, se desprenden agentes cancerígenos al aire que entran en el fumador pasivo llegando a alcanzar rincones profundos en el sistema respiratorio. 

3 comentarios:

  1. El tabaco es una de las peores drogas que hay, mata lentamente, pero mata de verdad.

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  2. Los cigarrillos son lo peor que hay!

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  3. El tabaco es una droga aunque haya gente que no quiera admitirlo por el hecho de que esté legalizado, el estado pone en peligro la salud de las personas con tal de sacar ingresos de ahí. Deberían prohibirlo, es una droga como cualquier otra.

    También tengo un blog, pero de información y conocimiento, lo estoy retomando después de bastante tiempo, si estás tranquilo y puedes visitarlo te lo recomiendo MuyTranquilo. ¡Un saludo! ;)

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